Verso de Memoria: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado y orare, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonare sus pecados y sanare su tierra. 2 Crónicas 7:14.
Lectura Bíblica: Isaías 58:1-11
Propósito: Comprender los beneficios para cada uno de nosotros, cuando ayunamos conforme a la voluntad de Dios.
Desarrollo de la Lección: En las escrituras se nos ensena que el Reino de Dios es mas que una simple promesa futura. El reino de Dios no es comida ni bebida, el reino del Eterno Dios es Justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo, según Lucas 10:9 y Romanos 14:17. Bíblicamente Dios nos enseña que el ayuno es: abstenerse de alimentos y agua por un tiempo definido, esta práctica debe ir unido a la oración. Ayunar es: quitar nuestros ojos de las cosas de este mundo y concentrarnos en Dios y sus promesas. El Ayuno ha sido parte del pueblo de Dios, como también tomo parte importante en el tiempo de la iglesia primitiva del libro de los hechos.
Nos preguntamos: ¿Cuál es el ayuno que agrada a Dios?, para responder esta pregunta analizaremos la lectura bíblica de Isaías 58:1-11, en estos versos nos damos cuenta de que en los tiempos del profeta Isaías el pueblo de Israel se equivocó en la forma como conducía sus ayunos delante de la presencia de Dios. porque estaban siendo injustos, sabiendo los caminos de Dios, ellos habían dejado la ley del Eterno, y le reclamaban a Dios diciendo: “Ayunamos y no nos haces caso”. Y Dios responde: Porque en el día de vuestro ayuno, buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. Y he aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puno inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. Hoy nosotros debemos analizar si estamos ayunando de la misma condición que lo hizo el pueblo de Israel en tiempos de Isaías, es importante hacer una análisis de la forma en como conducimos nuestros ayunos y mejorar. En los versos 6-11 Isaías les habla de cómo debe ser practicado el verdadero ayuno, el ayuno que agrada a Dios. Dios nos ordena a desatar ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados, y romper todos los yugos. No te escondas de tu hermano en su necesidad, comparte el pan con el hambriento, alberga en tu casa al pobre errante, cubre al desnudo. Si esto hacemos entonces nacerá nuestra luz como el alba, y nuestra salvación de dejará ver pronto; e ira nuestra justicia delante de nosotros, y la gloria de Jehová será nuestra retaguardia. Que preciosas palabras llevo el profeta Isaías de parte de Dios al pueblo de Israel, respecto al ayuno que agrada a Dios.
Hermanos y hermanas si hacemos esto que Dios ordeno hacer al pueblo de Israel, se cumplirá lo dicho en los verso 9-10: “Entonces invocarás, y te oirá Jehová, clamarás y dirá el: heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad.” Si damos nuestro pan al hambriento y saciáramos el alma afligida, en las tinieblas nacerá nuestra luz y nuestra oscuridad será como el medio día. ¡Que bendición!
Jesús también señaló la practica equivocado de los escribas y fariseos, El los amonesto en Mateo 6:16-18diciéndoles: “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayuna; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro. Para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” El ayuno no debe hacerse para satisfacción personal, para mostrar a las gentes que ayunamos. Aflijamos nuestro ser para humillarnos delante del Eterno, para buscar más de su Santo Espíritu, para poner propósitos de su obra delante de él, para que sea él; quien guie en todo momento.
Algunas recomendaciones para que nuestro ayuno Agrade a Dios:
1. Ayunemos, para santificarnos, como templo y morada de su Santo Espíritu, debemos buscar más de su presencia.
2. Ayunemos, para poner delante de la presencia de Dios, los planes, las visiones, que alcanzaran a las personas que aún no conoce de Dios y su plan de salvación. Para dar pan el hambriento, llevar cobija al desnudo, y ayudar al necesitado.
3. Ayunemos, para humillarnos delante de la presencia del Eterno, para someter nuestro cuerpo a la dependencia total de Dios.
4. Ayunemos, para buscar la gracia y la misericordia de Dios sobre nosotros y sobre todas aquellas personas que aún no han alcanzado su perdón.
La invitación final es: A que todos ayunemos voluntariamente de todo corazón, buscando primeramente hacer su voluntad, obedeciendo lo que el demanda a cada uno en su palabra, para que entonces; nuestro ayuno sea aceptado y Él Eterno conteste nuestras peticiones, diciéndonos: “HEME AQUÍ”
Nota: favor de agregar una cita bíblica a su respuesta.
Preguntas para estudio y enseñanza:
1. ¿Qué es ayunar?
2. ¿ Porque Dios rechazo el ayuno de su pueblo en tiempos del profetas Isaías?
3. ¿ Porque Jesús realzo la necesidad de orar y ayunar? léase Marcos 9:29.
4. ¿Según Jesús como debemos de ayunar? léase Mateo 6:16-18
5. ¿Atendemos a todos los ayunos, cuando se nos llama a ayunar en nuestra iglesia local?
Ahora que hemos estudiado lo que es el ayuno, ¿Lo consideras necesario?
Conclusión: Si queremos que Dios conteste nuestras peticiones cuando le invocamos, debemos desde ya comenzar a ayunar de la manera correcta, cambiando nuestras actitudes, nuestros malos comportamientos hacia los demás, no siendo más injustos, no haciendo más impiedad. Si queremos que la gloria de Jehová sea nuestra retaguardia, ayunemos de la manera correcta, simplemente hagamos su voluntad. Paz a vosotros.
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