Lección 03 | 07 16 2022 |
“Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.
Mi alma espera a Jehová más que los centinelas a la mañana, más que los vigilantes a la mañana.” Salmo 130:5-6
Lectura Bíblica: Genesis 16:1-6
Propósito: Comprender la importante como hijas de Dios, el saber esperar el tiempo de Él, y confiar, que el tiempo de Dios; es perfecto.
Introducción: El error que podemos cometer en una petición que tengamos delante de Dios es: querer la respuesta en nuestro tiempo y no en el de Dios. Que triste es darnos cuenta de que no recibimos lo que pedimos delante de Dios. Muchas personas tienden a enojarse con Dios, debido a que no reciben lo que piden. Otras dejan de creer en Dios, porque no cumplió con lo pedido, así hay muchos casos donde las personas simplemente se molestan, se enoja, dejan de creer, no oran más, su poca fe se termina. En fin; simplemente se desesperaron, no supieron esperar el tiempo perfecto de Dios.
Toda persona debe saber esperar el tiempo perfecto de Dios, la creación y todo ser humano subsiste por la voluntad del Eterno. Por lo tanto: Todos y todas estamos sujetos a su divina voluntad, nos guste o no. Usted no puede moldear a Dios, es usted la que debe ser moldeada por él. Usted no puede regir a Dios, usted debe ser regida por él. El tiempo nuestro es distinto del tiempo de Dios.
En Santiago 4:13-15, se nos dice: “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” Basados en este verso, decimos que el tiempo de Dios es perfecto, solo en su voluntad podremos vivir dia a dia, y hacer todas aquellas cosas que planeamos, o queremos hacer. La paciencia es la virtud que debemos procurar tener, la paciencia nos ayuda a saber esperar en Dios. La paciencia, muestra nuestra madurez espiritual.
En la lectura bíblica vemos un ejemplo muy importante del porque no debemos apresurarnos en hacer que el tiempo de Dios sea como nosotras queramos. En Génesis 15, encontramos una promesa que Dios había hecho a Abram, de que no iba a morir sin tener un hijo, Génesis 15:4-5, “Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: así será tu descendencia.” Luego en Génesis 16, vemos que Saraí la esposa de Abram, se había cansado de esperar en Dios, y había perdido las esperanzas de que Dios les iba a conceder el tener un hijo, porque ambos eran ancianos.
La falta de paciencia, y confianza hacia Dios, hizo que se acercara a su criada Agar; para que a través de ella le levante descendencia. No espero la promesa que Jehová había hecho a su siervo Abram, Dios iba a cumplir su promesa pero no en el tiempo de ellos, sino en su tiempo. Isaías 40:31, nos dice claramente: “Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Y como consecuencia de los actos de Saraí al dar su criada a su esposo para procrear hijos, esta sufrió afrentas. Según Génesis 16:4-5, “Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora. Entonces Saraí dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.” Lamentablemente Saraí se equivocó pensando que era la mejor manera de apresurar la promesa de Dios, ella quería moldear el tiempo de Dios al tiempo de ella. Como consecuencia de ello: logró, que ahora su sierva se sintiese más importante que ella.
Cada una de nosotras comenzando desde la más joven hasta la mayor, tenemos algo que aun esperamos, ya sea encon- trar a un esposo, y no cualquier esposo si no que un esposo que ame y tema a Dios por sobre todas las cosas. Otras quizá ya tenemos esposo, pero quizá no tienen la misma fe que nosotras y no sienten amor por la obra de Dios. Otras talvez se preguntan: Porque Dios no nos ha dado la bendicion de tener hijos e hijas, y así hay muchas hermanas con muchas peticiones sin contestar. Lo más importante de todo es; saber que fuimos llamadas al perdón de pecados, salvación y vida eterna, todo aquello que venga a nuestra vida después de esto, es ganancia.
Hermanas, tengamos presente que el tiempo de Dios es perfecto, a su tiempo recibiremos de él, todo aquello que le pedimos ayer. No desmayemos, sigamos adelante confiando en sus promesas. Dios es justo, misericordiosos y amoroso. Él nunca llega tarde a nuestra vida, Él esta pronto a rescatarnos, cuida siempre de nosotras. No hay otro Dios como nuestro Dios. Digámosle al Padre Celestial: “Hágase tu voluntad y no la mía”, “Haz me sentir el gozo de tu salvación”. Amen.
Conclusión: La respuesta de parte de Dios no es cuando nosotras queramos, sino cuando Él quiere. Dios es soberano y en su sabiduría nos dará la respuesta a nuestras peticiones, pero en Su tiempo. Tengamos fe en Dios amadas hermanas, y esperemos en Él. Su misericordia es por siempre como tambien su amor. Paz a vosotras.
Hermanos aqui les adjuntamos en documento PDF. la escuela que estamos estudiando este tercer trimestre del año 2022. Pueden descargarlo, y compartirlo con los hermanos que lo necesiten.
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