Verso de Memoria: “Diciendo; Yo he pecado entregando sangre inocente, más ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Alla tú!”. Mateo 27:4
Lectura Bíblica: Hechos 1:15-19, Mateo 27:3-6
Propósito: Analizar cuidadosamente que: la avaricia, y la codicia llevaron a Judas a sustraer dinero del bolso y luego entregar a su Maestro (Jesús) por 30 monedas de plata.
Desarrollo de la Lección: Estudiaremos esta lección con el propósito de ver como la avaricia y la codicia llevaron a Judas a convertirse en un ladrón y un traidor. Sus malas acciones lo llevaron al extremo de quitarse la vida. Ahorcándose, cayendo de cabeza se reventó por la mitad y todas sus entrañas se derramaron. La lectura Bíblica nos dice que: “Entonces Judas, él que le había entregado, viendo que Jesús había sido condenado a muerte, fue al templo y devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!. Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Por lo cual, aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: “Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor. (Mateo 27:9-10)
Ahora analizaremos cuidadosamente Hechos 1:15-19 (Reina/Valera 1909) para que podamos entender un poco más de este evento. “En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y colgándose cayó de cabeza, reventó por medio, y todas sus entrañas se derramaron. Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, “Campo de sangre.” Me llama la atención el verso 20 que dice: “Porque esta escrito en el libro de los salmos: Sea hecha desierta su habitación y no haya quien more en ella y tomé otro su obispado. Que gran privilegio desecho Judas, ahora otro tomaría su lugar como apóstol de Jesucristo. Esto también puede suceder a cualquier de nosotros hoy en día, si despreciamos el privilegio de trabajar en la obra de Dios, si actuamos con avaricia y codicia, tomando dinero que no nos corresponde, dinero de los diezmos y ofrendas que son depositados sábado a sábado para el crecimiento y mantenimiento de la obra de Dios.
Para muchos cristianos, las dos tierras referidas en los pasajes anteriores son idénticos y el “salario de su iniquidad” de Hechos 1:18 son las treinta piezas de plata de Mateo 27:3-5. Sin embargo, tenemos las siguientes razones para creer que no sucedió así.
Primero: Los compradores de la tierra referida en Mateo 27, fueron diferentes de los compradores de la tierra en Hechos 1:18. Sin duda, la tierra a la que se refiere Mateo fue adquirida por los Principales sacerdotes (Mateo 27:6-7). Por otro lado la tierra a la que se refiere Hechos fue comprada por Judas, según lo dicho por Pedro en Hechos 1:18.
Segundo: El dinero utilizado para comprar la tierra a la que se refiere Mateo 27:6-7, eran las 30 monedas de plata que judas fue a tirar en el templo. Este dinero es diferente al que se usó para comprar en Hechos 1:18. El salario de su iniquidad que habla este verso, se refiere al dinero que Judas sustraía de la bolsa, ya que en Juan 12:6 se nos dice que Judas era ladrón, porque teniendo la bolsa sustraía de lo que se echaba en ella. En 2 Pedro 2:15, se usan las mismas palabras en griego, que se traducen como: “Salario de Injustica”, la reina Valera dice: “Premio de maldad.” Esto refiriéndose a las dadivas que Balaam amaba según Números 22:7. Y por las cuales desobedeció a lo que Jehová le había ordenado. Por lo tanto: el salario de iniquidad es un título para el dinero que se adquiere mediante acciones ilícitas. Ahora podemos entender que el dinero, o el salario de iniquidad que se menciona en Hechos 1:18, era el dinero que robaba Judas de la bolsa, que luego uso para comprar esa tierra donde fue y se suicidó.
Que triste historia, la de Judas iscariote, fue llamado por Jesús, fue instruido por él, pero el amor al dinero, la avaricia, la codicia, lo llevo a traicionarlo. Judas decidió quitarse la vida antes que pedir perdón al Maestro por haberlo traicionado. Esperamos en Dios hermanos y hermanas, que todos valoremos el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario. No lo traicionemos con nuestra indiferencia, con nuestro desamor, con nuestra falta de interés a trabajar en su obra, con nuestro mal comportamiento. Pedro también mintió 3 veces pero se arrepintió y lloró amargamente, queda ahora en nosotros lo que debemos hacer.
Nota: favor de agregar una cita bíblica a su respuesta.
Preguntas para estudio y enseñanza:
1. ¿Te sorprende lo que dice Juan 12:6 de Judas?
2. ¿Cuál fue la razón por la cual Judas entregó a Jesús?
3. ¿Crees que podemos ser un Judas en la forma en que actuamos en la obra de Dios?
4. ¿Qué castigo nos espera si actuamos igual que Judas?
5. ¿Cómo se llama el profeta que habló acerca de esta acción de los sacerdotes?
Conclusión: Esperamos en Dios que esta historia real haya llegado a nuestros corazones, aprendamos de lo sucedido, y sobre todo; alejémonos de la codicia y de la avaricia. Ya que ambas; destruyen al ser humano, lo corroen y lo pervierten. Oremos al Eterno Dios para que nada nos aparte del amor hacia él. Paz a vosotros.
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