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  • Foto del escritorIglesia de Dios En Elizabeth NJ

La Vida En Cristo Jesus Es Interna Y Externa

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” Gálatas 5:6

Lectura Bíblica: Gálatas 6:1-18

Propósito: Entender que como seguidores de Cristo Jesús, nuestra vida debe ser lo mismo que mostramos al mundo exterior, como lo que mostramos en nuestra intimidad en el hogar, con los seres que amamos. (lo interno del corazón)

Introducción: Lo que queremos dar a entender en esta lección es: Que La vida que Dios quiere que nosotros tengamos en la relación con él y con las demás personas, debe ser igual en todo momento. Por eso cuando hablamos de vida interna, nos referimos a nuestros pensamientos para con los demás, pensa- mientos que a veces exteriorizamos y a veces no, los guardamos en nuestra mente y corazón. Cuando hablamos de nuestra vida externa, se refiere; que somos los que hablamos o pensamos, ya que a veces actuamos, como dice el verso: “De la abundancia del corazón habla la boca.” Según Lucas 6:45. Hoy en día en las iglesias de Dios hay tanta hipocresía, que nos cuesta entender el porqué de ello, pero analizando a muchos cristianos nos hemos dado cuenta de que todo radica en lo que hay en su interior, en su corazón y pensamiento. Por eso Dios nos recomienda a no guardar amargura en nuestro interior, según Hebreos 12:15.


Todos nosotros(as) sabemos que en Cristo Jesús somos llamados a ser nuevas criaturas formadas conforme la voluntad de Dios, conforme su palabra, y guiados por su Espíritu Santo. ¿Pero que nos pasa? El hecho de no dejar que su palabra pro- fundice en nosotros y llegue a los tuétanos y discierna nuestros pensamientos, crean en nosotros problemas internos, problemas que luego exteriorizamos y dañamos a los demás. El escritor de Hebreos 4:12, dice claramente: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Este verso nos da a entender, que para que mi vida en Cristo interna y externamente sea conforme a la voluntad de Dios, debo dejar que la palabra de Dios haga todo esto en mi ser, dicho en otras palabras: La palabra de Dios; santifique, purifique todo mi ser, sin excepción alguna, todo mi ser.


El problema con nosotros es que tardamos mucho en implementar esa transformación a nuestras vidas. El problema con nosotros es; que posponemos o incluso llegamos a planear esa transformación en nuestras vidas. Venimos a la iglesia sábado a sábado, estudiamos la escuela sabática, las predicaciones, las alabanzas que cantamos llevan un mensaje para nosotros, pero no lo hacemos nuestro. ¿Y Cuál es el resultado de esto? Que no vivimos de acuerdo con la voluntad de Dios, sino que vivimos a nuestra propia voluntad. A lo largo de los años vamos cargando con pecados ocultos, que tarde o temprano salen a la luz. El resultado de esto es que llevamos más cargas de lo que deberíamos de llevar, y estas cargas vienen a ser más cargas para nuestros hermanos en la fe. Por eso tenemos un consejo bíblico a este problema en 2 Corintios 10:3-5, “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensa- miento a la obediencia a Cristo.” Y esta última frase es clave para llevar una vida interna y externa conforme la voluntad de Dios, (llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia total a Cristo Jesús).

Es importante que todos recordemos el propósito por la cual somos llamados y elegidos, este es: “para santificación”. Por lo tanto: todos los días debemos procurar imitar a Cristo Jesús en todo, orando los unos por los otros, llevando las cargas los unos por los otros, y no ofendiendo a nadie. Sino amando a los demás como Cristo nos amo. Si hacemos esto entonces estaremos cumpliendo con el mandato de Jesús “amaos los unos con los otros”. Pablo dice: “si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de manse- dumbre, considerándote a ti mismo no se a que tú también seas tentado,” (Gálatas 6:1). Esta forma de actuar mía sobre aquel que ha pecado o ha errado, también muestra mi vida interna y externa en Cristo Jesús.

A Jesús le toco restaurar la vida de Pedro después de que él lo negó delante de los demás. En una ocasión después de comer Jesús le dijo: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.” (Juan 21:15-19). Pedro se entristeció al escuchar que su maestro le pregunto tres veces si en verdad lo amaba, él sabiendo que Jesús lo sabía todo referente a él, le respondió: tú lo sabes todo de mí.

Igualmente pasa hoy en día con nosotros, Dios y su Hijo saben todo de nosotros, nuestra vida interna como nuestra vida externa están desnudas delante Dios, ante el no hay nada oculto. David mismo le decía eso a Dios en el Salmo 139:7-12,“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a donde huiré de tu presencia?” Resta entonces hermanos y hermanas; fortalecernos en Cristo Jesús, y en el poder de su fuerza. Enfrentemos las acechanzas de satanás viviendo nuestras vidas internas y externas con claridad, y y honradez. Permitamos que el Espíritu Santo de Dios guie nuestras vidas. Que Cristo Jesús nos ayude en los pensamientos que aun llevamos cautivos en nuestras mentes, despojémonos de ellos lo antes posible, trayéndolos a los pies de Jesús. Mirando a Cristo Jesús podremos encontrar guía para nuestra vida interna y externa. Cristo venció sobre satanás, Cristo venció la muerte con poder y resucitó al tercer día. Que Cristo Jesús nos motive para seguir peleando esta batalla de la fe. Cristo como ser humano fue hallado sin pecado, así también cada uno de nosotros debe de procurar vivir una vida interna y externa que glorifique a Dios el Padre y su hijo Jesucristo. ¡Que así sea! Amen. Conclusión: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios; en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4:17-18, 22-24. Paz a vosotros.

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