“Desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas” Lucas 21:26
Lectura Bíblica: Lucas 21:26-36; Jeremías 10:2
Propósito
Fortalecer nuestra fe ante las señales en los cielos, reconociendo que, en lugar de hacer menguar nuestra confianza, debemos levantar nuestras cabezas sabiendo que nuestro Salvador vendrá pronto a esta tierra para establecer Su reino eterno.
Introducción
Estamos viviendo tiempos que reflejan las señales bíblicas. Vemos fenómenos en el cielo, como eclipses solares y el aumento de la temperatura del sol. Los tornados se han vuelto más violentos, como los 50 tornados que azotaron Nebraska en un solo día. Las inundaciones en Texas, las lluvias intensas en California, las erupciones volcánicas en diferentes países y los terremotos en diversas regiones, incluidos los temblores en Nueva Jersey y Nueva York, son parte de este panorama. A esto se suman las guerras y rumores de guerra: Rusia contra Ucrania, Israel contra Palestina, y las tensiones entre China y Taiwán, así como entre las Coreas. Además, la violencia y la inseguridad han aumentado en México y Centroamérica, mientras que miles de personas arriesgan su vida tratando de llegar a Estados Unidos. La vida se ha vuelto cada vez más costosa, y todo parece estar en caos.
Jesús dijo en Lucas 21:26: "Desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas". Muchas personas sienten miedo ante el futuro incierto de la tierra. Pienso en cómo sería el mundo si estallara una guerra nuclear. Millones de seres humanos, animales, y la misma naturaleza sufrirían enormemente. Los científicos han advertido sobre los efectos devastadores de una guerra nuclear. Según estudios, las consecuencias climáticas de un conflicto a gran escala serían mucho más graves de lo que se pensaba. Se experimentarían largas temporadas de oscuridad, temperaturas inusualmente bajas, vendavales violentos, nieblas tóxicas y lluvias radiactivas. Incluso los sobrevivientes en zonas alejadas del conflicto podrían morir de hambre u otras secuelas terribles.
Este escenario apocalíptico es conocido como "invierno nuclear", y hasta aquellos que viven lejos de las superpotencias nucleares sienten una profunda preocupación. En un artículo titulado "Armagedón", una revista médica de África del Sur afirmó: "La posibilidad de una guerra termonuclear a escala mundial hace que todos los demás riesgos para la salud humana parezcan insignificantes. Cualquier cosa más allá de un intercambio limitado de armas nucleares resultaría en la desaparición de los servicios médicos tal como los conocemos". Hoy, la humanidad parece estar más consciente que nunca de los peligros que esto representa.
No solo tememos una guerra nuclear; también se especula sobre desastres cósmicos, desde meteoritos hasta tormentas solares. Ante esto, debemos preguntarnos: ¿Deberíamos vivir aterrados por estas especulaciones? ¿Será destruida la tierra? ¿Nos espera la aniquilación en una tercera guerra mundial?
Para responder a estas preguntas, debemos acudir a la Palabra de Dios y encontrar la verdad que está escrita en la Biblia.
Preguntas para Estudio y Enseñanza:
1. ¿Qué futuro nos espera según la Palabra de Dios?
2. ¿Será destruida la tierra por el hombre?
3. ¿Deberíamos permitir que estas amenazas actuales afecten nuestra fe?
4. ¿En quién tenemos puesta nuestra confianza?
5. ¿Qué nos ha prometido Dios en Cristo Jesús?
Conclusión
Como seres humanos, es natural sentir temor ante los eventos que parecen inminentes. Sin embargo, hoy somos llamados a encontrar nuestra fuerza en Cristo Jesús. Él ya ha vencido, y ha prometido regresar a esta tierra para establecer Su reino de paz. Que esta paz esté con nosotros.
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