Lección 01 | 07 02 2022 |
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros” 1 Pedro 1:3-4
Lectura Bíblica: 1 Pedro 1:1-12
Propósito: Comprender como la gracia y misericordia de nuestro Dios nos ha elegido para ser participantes de una herencia inco- rruptible en los cielos, por medio de la regeneración de nuestras vidas, al ser rociados con la sangre preciosa de Jesucristo.
Introducción: La primera carta del apóstol Pedro fue escrita con el propósito de dar aliento a todos los cristianos judíos que a causa de la persecución habían sido disperso en los diferentes lugares y con ella llevar consuelo y darles ánimo para continuar sirviendo a nuestro Señor Jesucristo, haciéndoles ver que ellos habían sido elegidos de acuerdo con la presencia de Dios el padre mediante la santificación del Espíritu Santo para obedecer y ser rociados con la sangre de nuestro Señor Jesucristo. Para recibir una herencia que está en los cielos, una herencia pura; que no está contaminada que es incorruptible y que no puede marchi- tarse, reservada únicamente para aquellos que han sido elegidos por nuestro Dios; como lo confirma Pablo en Efesios 1:3-4 “Bendito el Dios y padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo. Según nos eligió en el antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de el en amor. habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo a si mismo según el puro afecto de su voluntad.”

También Pedro les dice que el propósito de Dios al permitir que ellos fueran dispersos a otras naciones era para que estas naciones conocieran que ellos son gentes que están cuidados y guardados por la poderosa virtud de Dios, la cual es alcanzada por medio de la fe para alcanzar la salvación que está preparada para darse a conocer hasta lo postrero de los tiempos. Por tal razón, ellos se llenaban de gozo y alegría muy a pesar de las diversas aflicciones que estaban pasando, sabiendo que esto sería por un poco de tiempo. Pablo dice en Romanos 8:18, “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de mani- festarse.” Y que “nuestra fe debe ser probada con fuego de la forma en que se prueba el oro para ser hallada en alabanza, gloria, y honra cuando Jesucristo fuere manifestado.” (1 Pedro 1:7). Romanos 2:7, también nos dice: “A los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna.”
Lo maravilloso de la convicción de estos hermanos consiste en que ellos no habían conocido a Jesucristo y que aun así creían en él y no solamente creían, sino que lo amaban y glorificaban llenos de gozo. Todo porque habían comprendido que por la fe en obediencia al fin tendrían la salvación de sus almas, nuestro Señor Jesucristo dijo en Juan 20:29, “Jesús le dijo, porque me has visto, Tomas creíste. Bienaventurados los que no vieron y creyeron.” Tomas quien fue unos de los doce que anduvieron con Jesús no daba crédito a lo que decían de su resurrección y solo creyó cuando lo vio, por esta razón Jesús dijo esas palabras. Hoy al igual que ayer, es muy común el no creer en Jesús vivimos en tiempos muy difíciles de incertidumbre, rodeados de tanta falsedad que se hace difícil el poder confiar y creer. Jesús profetizo acerca de lo que hoy vivimos en Mateo 24:12, “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”
Pedro continúa exhortando a estos hermanos que están en la dispersión refiriéndoles que todo esto que está aconteciendo ya había sido anunciado por los profetas, ellos habían hablado de una gracia que había de venir sobre ellos y que era confiable porque ellos (los profetas) habían investigado con mucha dili- gencia, escudriñando acerca del tiempo y del lugar en que tendría cumplimiento esta cosa, de acuerdo con lo que les indicaba el espíritu de Cristo que estaba en ellos. Estos profetas pudieron ver espiritualmente las aflicciones de Cristo como también la gloria que sobre vendría después, la cual esta aun por manifes- tarse según Isaías 53:3-5, dice: “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
A los profetas también les fue revelado que no era para ellos mismos sino para futuras generaciones y que ellos solamente estaban administrando las cosas que se les estaban anunciando y que era lo que se estaba anunciando, pues precisamente se trataba del glorioso evangelio de nuestro Señor Jesucristo, que ha sido anunciado por los últimos dos mil años (aproximadamente) y que nosotros tenemos hoy la dicha de ser alcanzados por él.
Por lo que: podemos decir que fuimos elegidos en santificación del espíritu, para obedecer y ser rociados por la sangre de Jesucristo. ¡Que privilegio tan grande que nuestro Dios nos ha regalado! apartados, elegidos desde antes de la fundación del mundo por su santa voluntad. Hoy estas palabras del apóstol Pedro son también para darnos aliento para seguir adelante en estos tiempos tan difíciles, de tanta incredulidad y de incertidumbre; en medio de una sociedad que ha perdido casi todos los valores morales y espirituales.
Hermanos y hermanas es por medio de la fe, la obediencia, y la confianza en Dios y su Hijo Jesucristo que podremos pasar todas estas cosas que vendrán sobre los hijos de desobediencia.
Conclusión: Al estudiar esta lección hemos comprendido que fuimos elegidos por nuestro Padre Dios por medio de la santifi- cación del Espíritu Santo, con el propósito de ser rociados con la sangre de nuestro Señor Jesucristo. Para la obtención de una herencia incorruptible reservada en los cielos, y que; aunque elegidos tendremos pruebas a través de tentaciones para que nuestra fe sea probada como se prueba el oro. Esto nos dice que, aunque elegidos tenemos que poner de nuestra parte; siendo obedientes a la palabra de nuestro Dios por medio de la fe. Que Dios el Padre siga derramando su gracia y misericordia en nuestras vidas. Paz a vosotros.
Hermanos aqui les adjuntamos en documento PDF. la escuela que estamos estudiando este tercer trimestre del año 2022. Pueden descargarlo, y compartirlo con los hermanos que lo necesiten.
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