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Foto del escritorIglesia de Dios En Elizabeth NJ

La Premenopausia

Texto de Memoria: “Y Abraham y Sara eran viejos de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres” Genesis 18:11

 

Lectura Bíblica: Genesis 18:11-12

 

Propósito: Comprender los síntomas de la premenopausia, para adaptarnos al cambio que sufrirá nuestro cuerpo.

 

Desarrollo de la Lección: De acuerdo con Wikipedia La menopausia (del griego mens, que significa "mensualmente" pausi, que significa "cese") se define como cese de la menstruación y tiene correlaciones fisiológicas. La pre-menopausia es la etapa de transición hasta la menopausia. Durante la misma, se dan una serie de síntomas, nuevas sensaciones y cambios derivados de la variación y disminución de los niveles hormonales típicos de esta etapa. (https://canalsalud.imq.es/blog/premenopausia)

 

Dios en su infinita sabiduría estableció desde el principio que toda mujer debe pasar por esta transición, a cada mujer le tocará enfrentar esta transición en su cuerpo, donde involucrará varias áreas de sí misma, por ejemplo:

1. Psicológica, porque afecta en lo psicológico, su mente.

2. Área Física. Ciertos tiempo donde habrá la sensación de la falta de aire a la hora de respirar, cambios drásticos en todo su cuerpo.

3. La Irritabilidad,  porque habrá tiempos en los cuales se sentirá enojada molesta consigo mismo y los demás, y decidirá aislarse durante este proceso.

Toda mujer al llegar a esta etapa de su vida también se encontrará con un autoestima débil por las perdidas propias de esta época, belleza, salud, vigor.

1.    La depresión, este es otro enemigo durante este periodo de tiempo en la mujer, muchas mujeres se siente amargadas, angustiadas, y desesperadas. Otras pierden interés en la familia, amigos, quitando su amor hacia ellos. Pierden interés en ellas mismas, se sienten culpables, sucias y llegan a rechazarse.

 

¿Pueden mis hormonas hacerme pecar? Seguro que a veces lo sientes así. La mayoría de las mujeres saben lo que es pasar un día criticando a sus hijos o a sus colegas, solo para tener su período uno o dos días más tarde y pensar: ¡Oh, ahora todo tiene sentido! La intensidad con la que sentimos esto (o no) variará enormemente, pero para la gran mayoría de nosotras, las hormonas afectan la forma en que nos comportamos. Y a veces, si somos honestas, nos portamos mal.


No se trata solo de períodos, por supuesto. Otras etapas de nuestra vida, como la menopausia o el embarazo, presentarán sus propios desafíos en su momento. Esta pregunta tampoco es solo para mujeres. La experiencia de tener «hambre» (hambre y enojo), por ejemplo, está relacionada con las hormonas del estrés liberadas en respuesta a un nivel bajo de glucosa.


Entonces, ¿alguna vez estamos justificadas para decir: «Mis hormonas me obligaron a hacerlo»? No parece correcto exonerarnos por completo cuando sabemos que las hormonas han estado funcionando; después de todo, el pecado sigue siendo pecado. Pero cuando el mal comportamiento alimentado por hormonas parece tan imposible de superar, ¿cuál es la alternativa?. ¿Continuamente te sientes aplastada por la culpa? ¿Desesperada por el cambio de tu cuerpo? Eso tampoco parece correcto. Gracias a Dios la Biblia arroja luz sobre estas experiencias muy reales y, a veces, crudas.

 

En primer lugar, la Biblia nos enseña sobre nuestros cuerpos. Hay algo físico en nuestra humanidad. Sin duda, somos más que nuestros cuerpos, pero tampoco podemos estar sin ellos. Todo está unido: mente, cuerpo= ser humano, ¡todo! Una implicación de esto es que podemos esperar que lo físico influya en lo espiritual y que lo espiritual influya en lo físico. En este sentido, no es sorprendente que el aumento y la disminución de las hormonas tengan una influencia muy real en nuestra batalla contra el pecado. Como el resto de la creación, nuestros cuerpos son buenos, pero la realidad es que también son débiles. Todos descubrimos eso en un momento u otro de nuestras vidas. Y eso está bien.


Nuestras debilidades humanas, físicas y emocionales, no son algo pecaminoso. Así es como fuimos hechas. Nuestras hormonas fluctuantes no son en sí mismas algo para castigarnos. Pero es complicado. A veces confundimos la debilidad con el pecado. A veces excusamos el pecado como debilidad. La verdad es que muchas veces actuamos de una manera que mezclamos el pecado y la debilidad; y esto viene a ser muy difícil de desenredar. Algunas mujeres somos propensas a responder a nuestra debilidad de manera pecaminosa, algo que no es correcto hacer.  Pablo en Colosenses 3:5-8 habla sobre el pecado y sus peligros: “Por tanto, porque habéis muerto al pecado, y vuestra vida  esta escondida con Cristo en Dios, Cuando cristo, vuestra vida se manifieste, entonces vosotros tambien seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: Fornicacion, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”.

 

¿Como podemos enfrentar este periodo de la premenopausia?

Bueno les aconsejo lo escrito en el Salmo 102:3-5,  “Porque mis dias se ha consumado como humo, y mis huesos cual tizón estan quemados. Mi corazón está herido, y seco como la hierba, por lo cual me olvido de comer mi pan.” Dios siempre está presente en nuestras debilidades, aunque nosotras sintamos que no lo está, tal como lo expreso el escritor de este salmo. La respuesta a estos cambios esta en depositar nuestra confianza en el Dios Eterno, Salmo 103:13-18, dice: “como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen, porque el conoce nuestra condición, se acuerda de que somos polvo.” La misericordia de Jehova hermanas es desde la eternidad hasta la eternidad sobre los que le temen y su justicia sobre los hijos de los hijos. Hagamos nuestra esta promesa, confiemos en el Eterno.


Pablo escribe en Tito 2:3-5 de como Las ancianas pueden ayudar a las más jóvenes a ser mujeres reverentes en su porte, teniendo dominio propio, no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos. ¡Y todo! para que la palabra de Dios no sea blasfemada, por aquellos que escuchan, pero no se convierten porque siempre estan viendo el testimonio de los demás.

 

Nota: favor de agregar una cita bíblica a su respuesta.

Preguntas para estudio y enseñanza:

1.    ¿Qué es la premenopausia?

 

2.    ¿Cuáles son sus síntomas?

 

3. ¿Es dificil controlar los síntomas de la premenopausia?

 

4. ¿Qué recomienda Pablo en Tito 2:3-5?

 

5.¿Cree que es necesario que su cónyuge sepa de que le acontece a usted como mujer?

 


Conclusión: Enfrentemos juntas estas etapas de la vida,  aceptando que somos polvo, con la diferencia que nuestras vidas estan escondidas en Dios, por medio de su Hijo Jesús. Dios es amor y justo, su misericordia estará con nosotras, como tambien su Espiritu Santo, tengamos fe, no caeremos.  Paz a vosotras.  

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